Beatriz Sevilla Garnica, Bea
Psicóloga habilitada sanitaria, fundadora y titular de la Clínica Teneas (NICA41312)
Qué es un berrinche, qué es un capricho.
Pues te aseguro que no son tan fáciles de distinguir, de la capacidad de saber si es berrinche o capricho depende tu gran éxito en el control de la situación, porque no se enfrenta de igual manera uno u otro caso, comprender lo que le pasa al niño es importante para poder actuar mejor.
Es un malestar interno ante algo que no esperaban o porque se sienten impotentes. Por ejemplo: El/La peque estalla en llanto porque no está en la mesa su vaso favorito. Es importante recordarse que no lo hace contra los demás, se manifiesta con una explosión de afecto ante un estímulo cualquiera que lo desconcierta. Se da con mucha frecuencia hasta los 3 años.
Es una acción deliberada para imponer su criterio, aún perjudicando a los otros.
Por ejemplo:
Yo quiero, para mí, ya, no, como yo diga…
Está midiendo su control y dominio sobre los demás, desea inmediatez. Se manifiesta de una manera más sutil y racional, con palabras que buscan el control y más dominio emocional.
Se da con más frecuencia a partir de los 4 años
Una vez que sabes qué es lo que le está pasando, actúa según el caso
Consolar al infante para que el sufrimiento interno sea menos intenso y frecuente.
Hacer ver la importancia de adaptarse a las diferentes circunstancias.
Intentar positivar los conflictos.
Transmitir calma y comprensión mediante nuestro tono y con expresiones y palabras adecuadas.
Ayudar a aceptar lo negativo en favor del bien común, lo estás preparando para gestionar la frustración.
Trasmitir firmeza con palabras claras que le ayuden a frenar y dar sentido afectivo a las normas.
Hacer esperar, negociar y pensar alternativas donde nadie pierda.
Este es otro tipo de conducta que también requiere la intervención de los padres.
Se da cuando el niño ya podría hacer ciertas cosas sólo, o ayudar en algo, pero prefiere perpetuar su dependencia de los adultos por comodidad. Protesta mucho o tarda mucho en hacer las cosas.
Aquí, la idea es ofrecer estímulos al crecimiento, que los niños se sientan bien haciéndose mayores y aportando ayuda a los papás. Intentar poner metas y ofrecer beneficios y reconocimiento, más que castigos.